martes, 28 de julio de 2015

El arte rupestre en la Marina Alta. La Cova del Comte (Cueva) de Pedreguer

Una gran experiencia este curso en la UNED de Denia con grandes compañeros y mejores ponentes, que han supuesto un acercamiento a las investigaciones que se estaban llevando a cabo en la zona de la Marina Alta y a las nuevas técnicas de investigación que se están empleando. Gracias a todos por unos días tan buenos.

Info del curso: https://extension.uned.es/actividad/idactividad/9493

Notas de prensa:

http://www.denia.com/el-arte-rupestre-llega-a-los-cursos-de-verano-de-la-uned/

http://www.noticiasmarinaalta.es/component/k2/item/10273-los-cursos-de-verano-de-la-uned-de-d%C3%A9nia-ponen-en-valor-el-arte-rupestre-de-la-marina-alta.html

Documental "Art i Mort al Montgó": 

https://vimeo.com/61802045





domingo, 7 de junio de 2015

Comentario "Matrimonio Arnolfini" - Jan van Eyck

Una obra fundamental para conocer una de las obras capitales del arte flamenco del siglo XV.


Vitral La Glorificación de la Virgen, Chartres.

Vitral correspondiente a la fachada norte de la Catedral de Chartres, construido entorno a 1230. Este enorme ventanal consta de un rosetón central, con un diámetro superior a 13 metros, cuya tracería calada es todavía sencilla, y cinco ventanales terminados en arcos apuntados. En el central aparece Santa Ana sosteniendo a su hija en brazos, flanqueada por dos reyes, David a su izquierda y Salomón a la derecha, a su vez dos sumos sacerdotes, Melquisedec a su izquierda y Aarón a su derecha. El rosetón en la parte superior, muestra a la Virgen María en el centro, entronizada como Reina del cielo y sosteniendo al niño Jesús. En doce semicírculos situados en el borde, se representan a los profetas, entre ellos y los reyes aparecen sendos cuatrifolios decorados con flores doradas de lis de los reyes de Francia sobre campo azul, símbolo que junto a castillos dorados sobre fondo rojo, en representación al reino de Castilla, constituyen los elementos de separación entre la parte superior e inferior, en forma de pequeñas ojivas en honor a los comitentes Luís de Francia y Blanca de Castilla. La elección de la temática sigue la doctrina de San Bernardo, impulsor de culto mariano, que marcará la iconografía de la época, María desplaza a Cristo Majestad del románico y al Pantocrator bizantino.

El diseño se realiza con un fuerte carácter lineal, heredero de la tradición de iluminación de manuscritos, destaca el contraste entre el azul y rojo. La técnica estaba desarrollada desde la antigüedad y conocida perfectamente gracias al tratado del monje Teófilo, Schedula Diversarum Artium, el boceto previo, de pequeñas dimensiones se trascribe a unos cartones que servirán de guía para el montaje de la vidriera, los cristales previamente cortados será ensamblados mediante soldaduras de plomo, la decoración se realizaba una mezcla de soldadura de estaño, polvo de vidrio mezclado con virutas de hierro y con un pincel se realizaba el dibujo, para posteriormente cocer la pieza en el horno donde la pintura se fundía con la superficie del vitral.


La luz se concibe con un carácter simbólico y trascendente, se equipara a la divinidad como metáfora de Dios, de este modo lo teólogos distinguen entre Lux Spiritualis y Lux Corporalis, o luz natural, la luz en el espacio gótico es transformada por el filtro de la vidriera creando una luz no-natural, la lux spiritualis, como metáfora de Dios y trasladando el espacio arquitectónico a una dimensión trascendente, irreal.



domingo, 17 de mayo de 2015

Anunciación y los santos Ansano y Margarita – SIMONE MARTINI

Tríptico realizado con la técnica del temple por el autor Simone Martini con el apoyo de su cuñado y discípulo Lippo Memmi en 1333, la obra se realizó para un altar lateral del Duomo de Siena. Simone Martini será uno de los mayores maestros de la escuela de Siena en el Trecento, periodo en el que se pretendió romper con los lazos artísticos y cánones de la tradición bizantina, iniciada a finales del Duocento.

La escena de la anunciación se encuentra flanqueada por el Santo Ansano, patrón de Siena, y con la Santa Margarita, enmarcada por elementos arquitectónicos claramente góticos con sus característicos pináculos. Se retoma el fondo dorado, concediendo el cariz abstracto característico de la época bizantina, pese a ello no se abandona la elegancia y suntuosidad que imprimen los detalles, gestos y colores. La preocupación por el volumen de los cuerpos se remarca en los ropajes de los santos, mientras que debido al color de la túnica del Arcángel este aspecto no se cobra la misma importancia, mientras que otro aspecto característico de este periodo como es la preocupación por la tridimensionalidad del espacio no está tan enfatizado.

Los dos personajes principales se sitúan en el centro de la composición, se capta el instante en el que el Arcángel Gabriel se arrodilla ante la Virgen, dotando de dinamismo la escena, este movimiento se observa en la capa de éste, junto con una forzado contraposto de la Virgen, a la que acompaña su expresión asustada y mira al arcángel. Entre ellos se sitúan dos elementos cagados de simbolismo, como es el jarrón de lirios en el centro, símbolo de pureza y virginidad de la Virgen, y en la parte superior la paloma que representa al Espíritu Santo.

En la parte superior a la arquitectura gótica se disponen 4 medallones de los cuatro evangelistas relacionados con el milagro de la Encarnación, Jeremías, Isaías y Daniel, el medallón central se encuentra vacío.

En 1309 se da un hecho que influirá notablemente en el panorama artístico Europeo, el traslado del Papado a la ciudad francesa de Aviñón, con lo que Roma perderá su protagonismo y en consecuencia surgieron nuevos focos como Siena, Florencia y principalmente Asís. Otra característica que marcará el nuevo periodo es el cambio de la valoración de los pintores, alejado a la tradicional condición de maestros artesanos.


jueves, 14 de mayo de 2015

Púlpito del Baptisterio de la Catedral de Pisa - 1260 - Nicola Pisano

Nicola Pisano firmó el contrato para la ejecución de esta obra en 1259, se trata de un púlpito sostenido por 6 columnas, con capiteles vegetales, descansando tres de ellas sobre figuras de leones, y una columna central que lo hace sobre figuras humanas y de animales, sostienen arcos de medio punto que albergan otros trilobulados., la gran novedad que presenta es que aparece exento en el espacio arquitectónico.

Forma hexagonal, con 5 relieves en el que representan las escenas de la Anunciación, la Natividad, Epifanía, Presentación en el templo, Crucifixión y el Juicio Final, el sexto aparece abierto para permitir acceso, los paneles están separados por columnillas. En las esquinas estatuillas de las virtudes y de San Juan Bautista, en las enjutas se representan a los profetas y evangelistas

El lenguaje formal empleado es un recuerdo inevitable a los sarcófagos de la antigüedad tardía mientras que el tratamiento de ropajes, plieges, influencia clara del gótico francés, mientras que el dramatismo de las expresiones de los personajes viene marcado por el gótico de Bamberg.

El púlpito fue concebido de modo que sirviera para apoyar plásticamente la predicación de la palabra de Dios, por lo que se trata del primer ejemplo de una nueva forma de “soporte de imágenes”, que había cobrado importancia a raíz de la predicación de los franciscanos, muy dados a la ilustración con imágenes, o bien tablas o pancartas, durante los oficios.


El arte gótico en la península itálica mantiene una serie de influencias y pervivencias que determinaron el proceso de absorción de las formas góticas provenientes de l'Île de France, marcadas por una inicial persistencia de los modelos románicos a los que habría que sumarse influencias derivadas del contacto con Oriente y con Bizancio, por otra parte se debe añadir el temprano interés por la recuperación de las raíces de la antigüedad clásica fruto de la voluntad política del emperador Federico II.



domingo, 8 de febrero de 2015

ÁBSIDE IGLESIA SAN CLEMENTE DE TAÜLL – s.XII ROMÁNICO MADURO PINTURA ROMÁNICA

La iglesia de San Clemente de Taüll pertenece a un grupo de iglesias del valle de Boí, que en durante el Románico Maduro seguirán construyendo al modo del Primer Románico, empleando aparejo y decoración lombarda en su arquitectura, se caracterizan por sus cabeceras con ábsides semicirculares, como el que recibe esta pintura mural.

La representación de Cristo Pantocrator, en el centro de la obra, de mayor tamaño en una claro uso de la perspectiva jerárquica, inscrito en la mandorla, que lo separa del mundo terrenal y sobre sus hombros aparecen el alfa y el omega, primera y última letra del alfabeto griego, como principio y fin de todas las cosas. A sus lados se representan en 2 registros el resto de figuras del conjunto. En el registro superior se representan a dos ángeles, junto con otros cuatro que portan los símbolos del Tetramorfos. Bajo ellos, flanqueando una ventana se disponen bajo unas arquerías y separados por columnas a varios apóstoles y a la Virgen María, identificados gracias a unas inscripciones.

Las figuras carentes de expresividad, con un predominio del trazo y ausencia de volumetría, lo convierten en un arte poco naturalista e intelectualizado, que junto al temática elegida marcan la tendencia como Italo-Bizantina, por otra parte, la común en la zona.

La iconografía de Cristo es conocida como Maiestas Domini, aparece como Juez, que regresa al Final de los Tiempos para juzgar a la humanidad, se le representa bendiciendo con la mano derecha, mientras sostiene con la izquierda el Libro de los Siete Sellos, cuya apertura simboliza el inicio del Juicio, y en el que se puede leer “Ego Sum Lux Mundi”, “yo soy la luz del mundo” . El hieratismo de las figuras enfatiza el carácter divino y centra la representación en el mensaje doctrinal que se pretendía con estas obras.


El uso de vivos colores entronca con le pasado arte de los beatos, mientras que para su realización se emplea una técnica a medio camino entre el fresco y el temple, aplicando los colores sobre un revoque húmedo para ser terminado en seco.


jueves, 5 de febrero de 2015

IGLESIA DE SANTA MARÍA DEL NARANCO.

ARQUITECTURA PRERROMÁNICA ASTURIANA. OVIEDO 848.



Tras la invasión musulmana comenzada en el 711, la situación política en la Península Ibérica quedará marcada por el devenir de tres territorios, por una lado el principal, que será Al-Andalus, la Marca Hispánica y la actual Asturias, que se consolidará como reino entre los siglos VIII y X, y en cierto modo sucesor del antiguo reino visigodo.
Su particular situación geográfica, junto con las influencias provenientes de la Europa cristiana de la época y los elementos que perviven de la tradición visigoda, darán como resultado un nuevo arte con características particulares.

Las distintas conquistas territoriales permitieron ubicar la capital del reino en Oviedo, y durante el reinado de Ramiro I se promoverá una ingente actividad constructiva, en el contexto del monte del Naranco, a las inmediaciones de la ciudad, se construirá un complejo palatino, del que se conservan dos edificios, la iglesia de San Miguel de Lillo, y la Iglesia de Santa María del Naranco, del primero sólo se conservará la parte occidental del mismo.

El origen de Santa María del Naranco será como pabellón de uso civil, de ello dan muestra su configuración arquitectónica y su decoración escultórica a base de temas profanos, pero pronto será reconvertida en iglesia.

Su planta rectangular se asienta sobre un zócalo de piedra que sirve de base para un edificio de dos alturas, ambas cubiertas por bóveda de cañón reforzada por arcos fajones que descansan en ménsulas, siendo más esbelta la del piso superior. El piso inferior de escasa altura, sería la zona de servicio.

Al piso superior, o salón regio, se accede por una escalera doble, exterior, en ambos extremos se abre al exterior mediante una triple arquería de arcos de medio punto sustentados por columnas.

La decoración del edificio se caracteriza por una serie de molduras o líneas de imposta junto con relieves rectangulares y medallones, se trata de un relieve muy plano y con mucho esquematismo, lo más destacado serán los relieves sogueados de capiteles y fustes que decoran las columnas del edificio, sobre las que descansan unos arcos ciegos que articulan los muros.



Un elemento característico de esta arquitectura serán las cámaras abiertas, únicamente al exterior, conocidas como “tesoro” de los edificios eclesiásticos.

Para su construcción se empleó sillarejo y hormigón, y en los ángulos del edificio se dispusieron sillares de mayores dimensiones que junto a una serie de contrafuertes exteriores, sirvieron para reforzar el conjunto.