Una obra fundamental para conocer una de las obras capitales del arte flamenco del siglo XV.
domingo, 7 de junio de 2015
Vitral La Glorificación de la Virgen, Chartres.
Vitral
correspondiente a la fachada norte de la Catedral de Chartres,
construido entorno a 1230. Este enorme ventanal consta de un rosetón
central, con un diámetro superior a 13 metros, cuya tracería calada
es todavía sencilla, y cinco ventanales terminados en arcos
apuntados. En el central aparece Santa Ana sosteniendo a su hija en
brazos, flanqueada por dos reyes, David a su izquierda y Salomón a
la derecha, a su vez dos sumos sacerdotes, Melquisedec a su izquierda
y Aarón a su derecha. El rosetón en la parte superior, muestra a la
Virgen María en el centro, entronizada como Reina del cielo y
sosteniendo al niño Jesús. En doce semicírculos situados en el
borde, se representan a los profetas, entre ellos y los reyes
aparecen sendos cuatrifolios decorados con flores doradas de lis de
los reyes de Francia sobre campo azul, símbolo que junto a castillos
dorados sobre fondo rojo, en representación al reino de Castilla,
constituyen los elementos de separación entre la parte superior e
inferior, en forma de pequeñas ojivas en honor a los comitentes Luís
de Francia y Blanca de Castilla. La elección de la temática sigue
la doctrina de San Bernardo, impulsor de culto mariano, que marcará
la iconografía de la época, María desplaza a Cristo Majestad del
románico y al Pantocrator bizantino.
El
diseño se realiza con un fuerte carácter lineal, heredero de la
tradición de iluminación de manuscritos, destaca el contraste entre
el azul y rojo. La técnica estaba desarrollada desde la antigüedad
y conocida perfectamente gracias al tratado del monje Teófilo,
Schedula Diversarum Artium,
el boceto previo, de pequeñas dimensiones se trascribe a unos
cartones que servirán de guía para el montaje de la vidriera, los
cristales previamente cortados será ensamblados mediante soldaduras
de plomo, la decoración se realizaba una mezcla de soldadura de
estaño, polvo de vidrio mezclado con virutas de hierro y con un
pincel se realizaba el dibujo, para posteriormente cocer la pieza en
el horno donde la pintura se fundía con la superficie del vitral.
La
luz se concibe con un carácter simbólico y trascendente, se
equipara a la divinidad como metáfora de Dios, de este modo lo
teólogos distinguen entre Lux Spiritualis y Lux
Corporalis, o luz natural, la luz en el espacio gótico es
transformada por el filtro de la vidriera creando una luz no-natural,
la lux spiritualis, como metáfora de Dios y trasladando el
espacio arquitectónico a una dimensión trascendente, irreal.
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