Cultura
Minoica, debemos el conocimiento que tenemos de esta cultura a la
ardua labor que realizó Evans, sobretodo a comienzos del s. XX, en
la isla de Creta, concretamente en el yacimiento arqueológico de
Cnossos.
La
civilización Minoica surge a principios del Bronce Medio, en torno
al año 2000 a.C., momento en el que hubo una serien de movimientos
de origen indoeuropeos que fueron responsables del desarrollo de
nuevas culturas, entre estas culturas está la del Égeo propiamente.
Los cretenses sin embargo la etapa de mayor auge fue durante el
Bronce Medio, a consecuencia de la buena organización social y
administrativa en el interior de la isla y de un control suficiente
del mar mediante una poderosa marina.
Esta
cultura estaba articulada por numerosos centros urbanos, de los que
actualmente conocemos un buen número de ellos, como por ejemplo
Cnossos, Festos, Malia, Zakros, Gurnia, etc.
Las
aportaciones más interesantes de esta cultura fueron los Palacios,
que de hecho dan nombre a los períodos históricos que datan esta
cultura. En general, cada palacio estaba ubicado en una colina, no
muy elevada, normalmente en el interior de la isla y a unos pocos
kilómetros de la costa, salvo alguna excepción.
ASPECTOS
URBANÍSTICOS-ARQUITECTÓNICOS, CARACT. COMUNES.
Los
palacios minoicos son diferentes entre sí, pero comparten una serie
de características en común, la más interesante fue su perfecta
integración con el paisaje colindante, dando lugar a un tipo de
urbanismo orgánico, sin un orden determinado, ademas estos palacios
se articulan mediante un amplio patio central , entorno al cual se
disponen las distintas dependencias, que se unen por medio de
corredores y escaleras, por lo tanto, en conjunto, la planta de cada
palacio es muy compleja y es el resultado de una construcción
progresiva de distintos edificios según imponen las necesidades de
cada momento.
Todos
los palacios tienen una serie de áreas especializadas según la
función que vengan a desempeñar, normalmente había una parte
oficial, generalmente situada en la zona oeste, donde se ubica el
Megarón del Rey, que es la dependencia más determinante de todo el
conjunto, una amplia estancia que engloba las funciones de poder
político y religioso. Por otra parte estaría la zona residencial,
consta también de diversos almacenes y talleres. Lo interesante de
todo esto es que estas diversas zonas no se hayan claramente
delimitadas las unas de las otras, ni con muros de separación, ni
pasillos, ni patios, si no que aparecen todas entremezcladas.
ASPECTOS
CONSTRUCTIVOS.
Generalmente
los muros están construidos con mampostería reforzada con maderos,
formando una estructura sólida y elástica. Las entradas, escaleras
y pozos de luz emplean un tipo de columna muy característico, cuyo
fuste disminuye en la zona inferior de la columna, dichas columnas
estaban realizadas en madera, que luego era estucada y pintada, y en
la parte superior se anticipa a la estructura del capitel dórico
clásico, que se verá en la cultura griega, compuesta de un
collarín, de un voluminoso equino y de un ábaco de grandes
dimensiones para sostener un entablamento hecho con vigas de madera.
PERÍODOS
DE DATACIÓN.
La
historia de los palacios Minoicos comienza poco después del año
2000 a.C., y gracias a los restos conservados de las primeras
construcciones sabemos que se realizaron en el 1900 a.C., de estos
antiguos palacios quedan pocos restos, pues tras la destrucción por
incendios y terremotos ocurrida hacia el año 1700 a.C., fueron
reconstruidos y ampliados en los llamados Nuevos Palacios, que se
asentaron sobre los restos de estos palacios anteriores.
Destacando
sobre estos palacios antiguos el Palacio de MALIA, ya que su
plano apenas sufrió
modificaciones en la segunda etapa. Se articula
en torno a un gran patio central, con un pórtico de pilares y
columnas en varios de sus lados a modo de galería, en el centro del
patio se instaló un altar, lo que nos indica que se utilizaba de
manera ceremonial, mientras que en la parte oriental las habitaciones
han proporcionado una serie de dispositivos para sostener grandes
tinajas, lo cual lo interpretamos como unas instalaciones
preindustriales. Los almacenes se ubicaron en el ala occidental, tras
las habitaciones oficiales y de culto. Al norte existió un
importante conjunto de habitaciones, entre las que podemos destacar
una sala hipóstila, de posible influencia egipcia. En conjunto,
Malia ofrece un aspecto de gran residencia rural con una buena
cantidad de almacenes, dicho carácter rural se acentúa al
contemplar el acabado de la obra, bastante alejado del brillante
Cnossos que aparecerá posteriormente.
Desde
la catástrofe de 1700 a.C., todos los antiguos palacios sufrieron
grandes obras de reconstrucción, y por lo tanto los nuevos palacios
son los que se ven hoy en día en los yacimiento arqueológicos. El
ejemplo más destacado es el de CNOSSOS, constituyendo el
mejor modelo para entender el apogeo de esta primera civilización
europea y su pervivencia en la memoria colectiva posterior. Su
historia arqueológica comenzó con Schlieman, que tras sus trabajos
en Troya y Micenas probó suerte en Cnossos, pero por distintos
problemas no pudo abordar las distintas excavaciones que tenía
pendientes, por ello hubo de esperar hasta marzo de 1900, una vez
adquirida la colina de Cnossos por Evans, para comenzar las
excavaciones.
El
palacio de Cnossos tiene casi 20000 metros cuadrados y unas 1000
habitaciones, constituye el principal de los palacios cretenses, y en
el que Evans creyó que se asentaba la sede del mítico rey Minos.
Revela el estilo de construcción y de vida minoico, caracterizado
básicamente por la integración de distintos cuerpos de edificios en
torno al elemento principal, el patio, definiendo ambientes diversos,
pero que no aparecen del todo separados, de esta forma el resultado
exterior da lugar a un complejo de habitaciones, galerías y
escaleras de enorme plasticidad, que se adaptan perfectamente al
entorno de la colina.
ARTES
FIGURATIVAS.
Ligadas
a la vida espiritual y religiosa de esta cultura, también ligada a
la arquitectura. La mayor parte de la pintura minoica era realizada
al fresco, y ha sido interpretada según los lugares donde ha ido
apareciendo según tuviese un carácter religioso o político. En ese
sentido la mayor parte del repertorio iconográfico minoico está
limitado a escenas paisajísiticas, mezclas del mundo vegetal y el
animal o de diversas actividades humanas relacionadas con ritos
religiosos o ceremonias cortesanas. Son imágenes que destacan por su
viveza y su colorido, como por ejemplo el conocido fresco de “La
Parisina”, hayado en Cnossos, que posiblemente representa a una
diosa recibiendo ofrendas, considerada una de las mejores
representaciones de femeneidad minoica, simples trazos de su perfil
enmarcan una figura en la que destaca un enorme ojo frontal, una
nariz respingona, labios pintados, en la espalda el lazo que símbolo
parlante de la divinidad.
MICÉNICO:
Descubierto
por Schlieman a finales del s. XIX, se trata del pueblo indoeuropeo
de los Aqueos que se asentaron en torno al 1900 a.C. Aunque tendrán
su época de apogeo del Eládico reciente, 1600 – 1100 a.C.,
gracias al desarrollo de las actividades comerciales. Se tratan de
pequeños núcleos urbanos gobernados por príncipes guerreros, y
pese a que son muy deudores de los minoicos van a tener muchas
diferencias con ellos, que por supuesto se van a plasmar en toda la
cultura material que va a desarrollar este pueblo.
La
aportación más importante de los micénicos se plasmará en sus
ciudades palaciegas, destacando las Acrópolis, o ciudadelas, donde
se instalaron los palacios. Por ello lo que más llama la atención a
simple vista de las ciudades micénicas es su carácter eminentemente
defensivo. Son ciudades localizadas en zonas estratégicas y
elevadas, defendidas por gruesas murallas, que se confeccionan a
partir de muros de sillares ciclópeos, a demás estas murallas
tenían Poternas, que eran pequeñas puertas localizadas en lugares
estratégicos para la defensa de la ciudad y también para la huida,
también contaban con torres, túneles secretos, casamatas, etc.
Todos los elementos que podían proporcionar una mejor defensa a esta
ciudad.
Una
de las diferencias más acentuada de los Micénicos con respecto a
los Minoicos fue el generar estas ciudades con un marcado carácter
defensivo. Otra diferencia sustancial residía en los palacios
minoicos, gestados en torno a un gran patio central, y en el que los
distintos espacios se mezclaban entre si, mientras que los micénicos
constituyen un edificio muy cerrado, con sus distintas áreas bien
diferenciadas unas de otras y organizado por un eje longitudinal, en
contraste con el palacio minoico.
La
base del palacio micénico va a ser el Megarón, una amplia
habitación rectangular, con un hogar en el centro y rodeada por 4
columnas, con una decoración muy profusa que recubría paredes,
suelos y techos, se piensa que este espacio era un lugar de ofrenda o
hacía las veces de salón del Trono, es decir, un centro de Poder
Político y Religioso de estos príncipes guerreros.
Con
el devenir de los años han sido muchas las ciudades que se han ido
escavando, entre las que podemos destacar Micenas, Tirintos, Pilos,
Atenas, Tebas, etc.
Uno
de los ejemplos que han llegado a la actualidad en mejor estado en
Tirinto. Se localiza en un cerro nivelado en 3 terrazas, cuyo
acceso principal es un rampa que obliga al posible atacante a mostrar
su flanco derecho, el contrario a donde se lleva el escudo, en una
disposición que favorece la defensa de la entrada de la ciudad. El
recorrido hacia la ciudadela alta se realiza a través de un estrecho
corredor formado por altos muros a los lados y cerrado de trecho en
trecho por grandes puertas, una vez pasadas estas puertas se da
acceso a un patio abierto, y tras éste a un monumental Propileo,
entrada porticada y columnada, y de ahí a otro patio. Este esquema
se duplica con un nuevo Propileo y un patio porticado antes de llegar
al Megarón.
Micenas,
va a responder a unos esquemas defensivos semejantes a los de
Tirinto, y se han hallado en ella una amplia necrópolis. Sin embargo
por el aspecto que es más conocida dicha ciudad es por la Puerta de
los Leones, realizada en torno al s. XIII a.C., tratándose de una
gran puerta monumental, adintelada, con triángulo de descarga, por
aproximación de hiladas, donde se ha aprovechado para colocar el
relieve de los dos felinos que protegen una columna y que viene a
simbolizar la realeza de estos príncipes, y que constituye un
ejemplo único de escultura de gran tamaño en todo el arte griego
primitivo.
Se
dará un amplio desarrollo de los Ritos Funerarios. Comenzaron
con las tumbas colectivas, como máximo exponente en Micenas se
encuentra el Tesoro de Atreo, responde a la tipología de los
Tholos micénicos, de planta circular, constituido a partir de
falsas cúpulas, por aproximación de hiladas de sillares.
A
dicho Tholos le precede el Dromos, o corredor, de 36 metros de
longitud, y que lleva al interior de la citada cámara, de unos 14
metros de diámetro y otros tantos de alto. En cuanto a la fachada
exterior, estuvo decorada con semicolumnas adosadas de piedra roja y
placas con relieves, el conjunto finalmente era cubierto por una
colina artificial y en definitiva muestra la importancia que los
mandatarios Micénicos le dieron a la vida del más allá.
Lo
más importante es saber que tanto Minoicos como Micénicos va a
sentar las bases de la rica civilización Griega, y que suponen a
todos los niveles el punto de partida de la cultura puramente
Europea.